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“El arte es constituyente”. Entrevista a Tania Hermida.
Miguel
Alfonso Bouhaben
Miguel Alfons= o Bouhaben- Buenos días, Tania. Hagamos un pequeño recorrido genealógico para observar como algunos aspec= tos de tu biografía pueden servir para definir tu mirada sobre el= mundo. Esto es, para determinar cómo tu vida ha dejado huellas en tu filmografía. P= ara ello, vamos a transitar por una serie de momentos biográficos relevan= tes para hacernos una idea general de lo que es tu cine. He leído que con nueve años ya habías editado un diario familiar que se llamaba Horizontes. ¿Cómo fue tu infancia y la relación con tus padres? ¿Qué valores te inculcaron para entender el mundo? Supongo que en ese momento ya aparece tu interés por contar historias= .
Tania Hermida- Es = esta bonita pregunta, porque me evoca toda esa época de la infancia en la que, efectivamente, en mi casa había un entorno de mucho estím= ulo para todo lo que tuviera que ver con arte. No solamente con la escritura. Teníamos, como dices, una revista familiar que se llamaba Horizontes y una banda familiar, donde tocábamos todos ju= ntos, mi papá, mi mamá, mis dos hermanas y yo.
Los libros=
son una parte consustancial a la vida. Son necesarios para vivir.
El interés po=
r los libros viene de mi abuelo paterno.
Eso, de alguna forma, ya pensando en las películas, se cuela mucho en mi segunda película, En el nombre de la hija (2011), donde aparece =
esa biblioteca
enorme. =
Claro,
en la película p=
arece como parte de la fábula, pero yo desde muy niña
recuerdo la biblioteca
Miguel-
Tania- Era graciosísimo. Yo escribo una poesía, tu escr= ibes un cuento, mi mamá escribía la crónica social, ella hacía la última página del periódico, que tenía las historias de la familia, quién se casó, quién se divorció, etc. Efectivamente, era una época do= nde yo me doy cuenta que se empezó a gestar esa necesidad de escribir y de tener un espacio, que no es el diario personal -y eso también= mis papás me lo inculcaron mucho, esto es, tener un espacio privado de escritura donde tu escribes tus cosas. Este periódico, primero lo leía toda la familia y después creció y tuvimos una época donde lo mandábamos a la familia ampliada, y donde teníamos colaboradores: primos, tíos, etc. Mi papá le p= uso el nombre Horizontes para evocar un periódico que él hab&iacut= e;a hecho con sus hermanos cuando era niño, que también se llamaba Horizontes. La verdad es que la escritura estuvo siempre presente en mí y en mi familia, como un juego.
Miguel- Y años más tarde, la transición de la literat= ura al cine. De contar historias en un papel, a contarlas con imágenes y = con sonidos. Con diecinueve añ= ;os, te marchas a Cuba a estudiar a la Escuela de Cine de San Antonio d= e los Baños ¿Cómo fue la experiencia de vivir y aprender en l= a Cuba revolucionaria?
Tania- <= /b>Mi primera aproximación al cine, como una posibilidad de oficio de carrera, se dio bastante tarde. <= span style=3D'letter-spacing:-.15pt'>Yo a veces escucho a muchos colegas q= ue dicen: “yo a los doce años vi una película y sabía<= span style=3D'letter-spacing:-.35pt'> que quería ser cineasta”. A mí eso no me pasó. Yo = entre los doce los quince, en todo caso, quería ser escritora. Tenía también, por el entorno familiar, la inclinación a la medicina. Mi papá<= span style=3D'letter-spacing:-.15pt'> era médico, mi abuelo era médico. Además, para mí<= span style=3D'letter-spacing:-.15pt'> la medicina no estaba divorciada de los libros, de la lectura, ya que te da una compresión del mundo mucho más humanística. Para mí, el trabajo de médico = era útil para viajar por el mundo, para enterarse de los problemas de la gente y para ver cómo se solucionan. O sea, la salud entendida como una cosa mucho más amplia. Y entré a estudiar medicina.
Miguel-
Tania- Entro a medicina y me doy cuenta qu= e teníamos cuatro materias en primer año: anatomía, fisiología, embriología y antropología social. En la materia de antropología social, tuve la suerte de tener un profesor magnífico, que era cubano, pero ya tenía muchos años= en Ecuador, Luis
Campos Martínez, que nos daba unas clases maravillosas. Est= as clases, me abrieron los ojos a otra dimensión de lo que podía = ser la universidad, el conocimiento y la compresión del ser humano. Esa asignatura me fue poniendo en crisis, porque me di cuenta que no era la medicina lo que me interesaba, sino comprender al ser humano. Cuando entré en crisis, empecé a buscar a dónde ir a estudiar = y comencé a asistir a talleres y cursos de cine. Y un día dije: “quiero estudiar cine”. Fui a hablar con este profesor, que sent= í que era el único interlocutor que yo podía tener en esa universidad, y cuando le digo que quiero estudiar cine me dice: “no te preocupes, yo tengo un libro publicado sobre cine que se llama Lo cinematográfico como expresión”. Me dio ese libro, me lo= comí y me fui a dar las pruebas para la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños. Gané una beca y me fui.
En ese momento, el cine era la posibilidad de una vocación artística. Yo veía que en el cine confluían la literatura, la música, lo visual, lo narrativo y = la historia. Pero también estaba mi interés de hacer un cine que pueda transformar el mundo. A los 18 años uno está convencido = que puede hacer 3 cosas y lo transforma. Era una voluntad política: ¿qué puedo hacer yo para que transformar mi vida y la vida de = la gente en otra cosa?
Miguel- En tu
=
entorno familiar, se van experimentando esos
=
valores transformadores del mundo. Eso parece
=
que se va cimentando en las experiencias que tienes allá en =
Cuba. Pero luego =
en los años =
90 =
viajas a España a estudiar
en la Escuela de Letras
y a cursar un Máster de Estética del cine. Y, después de tus viajes
a Madrid, te embarcas
en la escritura
de una tesis de Maestría, =
donde =
reflexionas =
span>sobre otras posibilidades para contar historias. En tu tesis,
Había una vez y otras veces. La disputa en el tiempo
del cine de ficción (2003), muestras como el cine está atravesado por lo político,
=
por
=
lo
=
narrativo
=
y
=
por
=
lo
=
estético, y te
=
preguntas:
=
¿qué historias merecen
=
ser
=
contadas?,
=
¿cuál es el
=
lenguaje
=
que debo
=
ahora
narrar?, ¿qué lugares y =
qué momentos son propicios
para la narración? A=
estas preguntas son a las que tratas de dar respuesta. En fin, ¿cuál
es para ti el mundo que los relatos
fundan como posible?
¿El cine puede anunciar un mundo que está<=
span
style=3D'letter-spacing:-.05pt'> por venir?
Tania- Verás, para empezar, me pare= ce importante retomar un tema del que no hablé de Cuba y que es importantísimo a la hora de pensar todo lo que hice después. <= span style=3D'letter-spacing:-.15pt'>Yo llego con dieciocho años a = Cuba con la utopía del socialismo perfecto. Y claro, me encuentro con un m= undo real y
empiezo a tener una experiencia directa de los mecanis=
mos
del poder. Me acuerdo que, en mi primer proyecto de documental, en el segund=
o
año de la escuela de cine, quería documentar como=
se estaba enseñando el marxismo en las
universidades cubanas. En seguida empecé a darme cuenta que el discur=
so
revolucionario marxista, que está llamado a ser efectivamente rebelde=
y
contestatario, también se puede coagular en una catequesis. Y empiezo=
a
darme cuenta de que entre la catequesis, que yo había rechazado
frontalmente en el catolicismo, y una doctrina que estaba llamada a ser
completamente lo contrario, no había tanta diferencia. Es decir, incl=
uso
las ideas más revolucionarias se convierten en doctrina, de modo que =
se
impide la transformación. La gran paradoja es que, efectivamente, a
mí me llamaba la atención cómo lo chicos de secundaria
eran perfectamente conscientes de que había una doctrina convertida en dogma. Pero, esa misma
doctrina convertida en dogma, les había dado la capacidad
crítica con respecto a su entorno.
Después <=
/span>de todo ese lío, hice mi documental Ajubel (1989). Resolví mi lío, po=
rque
lo que yo hice fue documentar el proceso de este pintor, que en ese momento
justo pasaba de la transición de haber sido un caricaturista de las tiras cómicas -para un poco reírse del tema burocrático- a hacer un trabajo personal mucho más hondo, poniendo=
todo en crisis
toda la carga de imposiciones a travé=
s de
su obra. Entonces creo que eso me marcó, porque ahí yo me
pregunté ¿cómo se hace un documental?,
¿dónde me posiciono?, ¿cuál es mi punto de vista=
?, ¿cómo
yo enfrento todo esto? E=
n
fin, eso fue importantísimo, porque yo hasta los dieciocho año=
s
era una persona que creía en verdades, que creía en respuestas=
y
no en preguntas. Las preguntas eran necesarias siempre y cuando hubiera una
verdad detrás. Y ahí el shock de decir: “no, estamos aqu&iacut=
e; para preguntar”.
Miguel- Claro, para preguntar si las verdades existen o las verdades se construyen. Yo creo que la verdad se relaciona con el saber construir buenas preguntas.
Tania- Exacto, entonces aprendí a h= acer preguntas, por ejemplo, esa pregunta que tú me hiciste: ¿qué historias valen la pena ser contadas? Y no hay respuesta. Per= o la misma pregunta para mi es absolutamente necesaria. Estamos en un entorno en donde ya casi no cabe la pregunta “¿por qué?”. Las reglas de los números y del mercado han determinado que las historias que valen la pena ser contadas son las historias que se pueden vender. La pregunta es: ¿sólo se puede contar lo que se puede
vender? Yo creo que h= ay que contar otras cosas, aunque no se vendan. O buscar la manera de que se vendan= . No cabe ceder el espacio de lo masivo, exclusivamente, al mercado convencion= al. Yo creo que hay que buscar las estrategias para ocupar esos lugares de= visibilidad
Miguel- Es fundamental la conquista de los espacios de= poder, es decir, de las grandes ventanas y de= los cines de las grandes superficies comerciales. Es importante abrir brechas en dichos espacios. El cine es una forma de arte popular y tiene que ser accesi= ble a la gente.
Tania- Claro, a mi esa parte del cine me s= educe mucho. Yo tengo una relaci&oacu= te;n paradójica con otras manifestaciones audiovisuales, que yo puedo encontrar válidas, pero que me parecen que de entrada han renunciado = a un circuito más popular, y que están muy cómodas en un = circuito de expertos. Yo ahí no me siento cómoda, yo necesito estar en constante diá= logo directo con ese lugar en donde la gente. Me parece válido ocupar ese lugar también, no como el único posible, no sometiéndos= e a las reglas que ese lugar impone, pero sí ocupándolo. Ese lugar me sigue pareciendo sigue teniendo un valor en sí mismo.
Miguel- Después de la etapa reflexiva <= span style=3D'mso-spacerun:yes'> de = tu = tesis, = tres = años = después, haces tu primera película: Qué tan lejos (2006)= ¿Qué impacto pudo tener ese trabajo de investigación, = donde reflexionas sobre una alternativa al modo hegemónico de contar historias, en tu primera película?
Tania- Tuvo todo el impacto. Despué=
s de
mi etapa en la Escuela de Cine, siento que me faltaban herramientas para
estructurar mis historias y mi pensamiento. Entré a la Maestrí=
a
de Estudios Culturales e hice una tesis sobre escritura de guion. Qué
situación tan paradójica, yo llevo muchos años queriend=
o
escribir un guion de largometraje y no lo logro; y ahora me pongo a escribir
una tesis sobre escritura de guion. Y, además de que
no puedo escribir, voy a escribir una tesis de cómo se escribe. Aunqu=
e,
a la larga, eso fue lo que me sacó de esa imposibilidad de escribir,
porque en la reflexión de cómo se escribe y por qué se
escribe, pude escribir. =
La
forma hegemónica de escribir no daba cuenta de mi experiencia de vida=
,
de mi propia experiencia del tiempo. Y eso me soltó y me permiti&oacu=
te;
escribir el guion de Qué tan lejos. Yo
estaba escribiendo un guion desde la más absoluta soltura.
Quería hablar de las ciudades como si fueran personajes de carne y hu=
eso
y tuvieran vida y muerte y accidentes. Y luego
meter a los personajes
que esa historia iba a ser tan hermética y tan
difícil de comprender por otros espectadores, que pensé que ib=
a a
ser una pelicula pequeñita, que la comprenderían solo unos
cuantos amigos. Pero, la gran paradoja de esa película es que sale y =
se
convierte en un éxito de taquilla, cosa para la cual nunca fue hecha.=
Yo fui la primera sorprendida de que =
la película
tuviera tantos espectadores. Y eso me llevó a otro nivel de
reflexión: la dicotomía entre el cine comercial y el cine de
autor es falsa. Es una falsa dicotomía. Fui varias veces con el
fotógrafo y el sonidista para pararnos en el balconcito
Miguel- Esta es tu primera película, tu primer guion. Pero, dos años más tarde, trabajas en otro guion: el guion de la Asamblea Constituyente de Ecuador = en 2008. = ¿Cómo fue aquel = reto? = ¿Cuál fue la comisión en la= que trabajaste en aquel proceso? Realmente, se trataba de escribir el guion de un país.
Tania- =
La Asamblea Constituyente es una experiencia que yo no cambiaría
por nada, porque me dio la oportunidad de ver cómo se hace el guion d=
e
un país. La Constitución también está fundada en
unas palabras: así de frágil y así de potente es ese
invento colectivo que se llama país. Tu escribes unos párrafos que f=
undan
la forma en las que nos vamos a relacionar. Así de sencillo: unas
palabras escritas en unos papales, que van de asamblea en asamblea, y te pel=
eas
por una palabra, como quien se pelea por un territorio. No solo tiene que ve=
r
con lo político, también es una experiencia poética. Fu=
e
asombroso para mí ver que el futuro de cómo nos vamos a entender, depende
de las palabras que
Yo estaba
en la mesa de Soberanía, pero mi participación en la Asamblea
Constituyente consistió,=
sobre
todo, en pelear
por los derechos
culturales, unos derechos=
que antes no estaban considerados. Las personas,
Miguel- = Y, = justamente, otros tres años <= /span>después, haces = tú <= /span>segunda película: En = el nombre de la hija (2011). En = ella, hay bastantes = referencias biográficas. = ¿De qué manera cristalizan <= /span>lo = político <= /span>y = lo = vital en = esta película?
Tania- En esa película confluyen to= das las cosas que te estoy contando. Quería trabajar alrededor de un personaje que crece inmerso en un mundo construido por verdades dicotómicas: la verdad = del padre y la verdad de la abuela. Por un lado, el universo del padre, que la niña en principio siente que es como el lugar de la libertad, y, por otro lado, la abuela, con sus verdades católicas y sus santos. Pero, en el camino de la histori= a, va sintiendo también que el universo del padre es otro universo cerra= do de verdades absolutas. Las grandes verdades son una protección. Cuand= o hay una gran verdad, ya no hay que preocuparse. Pero un día descubre un espac= io donde hay la posibilidad de otras preguntas, que es el galpón del tío, donde están l= os libros, donde está la locura, la posibilidad la magia.
Miguel- En ambas películas, se muestra esa búsqueda de un es= pacio de libertad. El espacio de libertad de Qué tan lejos sería la deriva y el trayecto por Ecuador y, en el caso de= En el nombre de la hija, la bibliot= eca.
Tania- = Pero, si te fijas, también en ambas hay un personaje que desmonta y deshace la= s certezas. En Qué tan lejos, es Jesús; y en En el nombre de la hija, es el tío Felipe. Que además es el mismo actor. Ambos tienen esa cosa crística. El tío Felipe incluso aparece crucificado con sus alas. Yo soy consciente de que el cri= stianismo al final se cuela en mi imaginario, a pesar de tener abuelo y papa de discurso socialista y ateo. Pero hay un trasfondo cristia= no en mis películas, reinterpretado d= e otras maneras. Siempre aparece este personaje para hacer un agujero en ese universo cerrado= y ofrecer otra manera de ver, a través del misterio, a través de aquello que aún no ha sido nombrado.
Miguel- Bueno, vamos con tu última película. Hemos hablado d= e tus películas de ficción, de tu película biográfica,= de tu película política. Pero
ahora estamos en otra película interesante: la dirección de la Carrera de Cine = en la Universidad de las Artes. ¿Qué expec= tativas tienes? ¿Cuáles so= n tus propósitos en este nuevo guion?
Tania- Esta universidad es como un guion de largo aliento.
Empieza con el proceso constituyente y continua con la participación intermitente del proyecto
Por otro lado, en la Universidad de las Artes pretende= mos romper con la dicotomía histórica entre el pensar y el hacer en la reflexión crítica y artística. El reto de la institución es hacer converger las dos cosas: ver en el mismo salón a los críticos,= a los pensadores, a los curadores de arte, a los artistas, a los creadores, a = los cineastas y a los músicos. Y generar los espacios que provoquen que s= e permeen esos dos universos, que están completamente separados en las instituciones tradicionales.
Miguel- Sí, yo creo que ese es el reto. Parece que los teóri= cos y lo académicos estamos algo herméticos.
Tania- Y los artistas también. El gran reto es la ruptura de parad= igmas para que, como sociedad, lleguemos a asumir que el arte produce conocimiento= , que el arte no es la cereza encima del pastel de una sociedad. El arte es constituyente.
Miguel- Y ahora, la última pregunta. Probablemente no me contestes,= pero yo te la hago. ¿Hay algún guion que está por venir? ¿Puedes avanzarnos algún secreto?
Tania-
=
Miguel-
¿Se
puede contar algo?
Tania- <= /b>Voy a contar algo sobre el proceso. Hace unos años que siento que hay demasiadas películas = y que no todas son necesarias. De hecho, hay unas poquitas necesarias, y solo esas hay que hacer. Es tan titánico el proceso de hacer una películ= a. Si la película no exige sola salir, entonces no hay que forzarla. Bue= no, esa es mi excusa para decir que me estoy demorando.
Miguel- Ya te toca = este año. 2006, 2011, ¿201= 6?
Tania- La cuestión es que, entre película y película= , me involucro en proyectos colectivos de mi país.
Miguel- Muchas gracias po= r la entrevista, Tania.
Tania- Gracias a ti, Migu= el. He disfrutado mucho de esta entrevista.