Una reflexi&o=
acute;n
sobre el cine japonés. Industria vs. Arte . A Reflection on Japanese Cinema. Industry VS Art.
Resumen:
La industria cinematográfica japonesa fue una de las más potentes del si=
glo
pasado. Además, eléxitoalcanzadoporalgunasdeestaspelículas enprestigiososfes=
tivalesdeoccidentefomentó unaimagensnob,casidecinedeélite,enfunción de su elegancia visual =
y
detallismo escénico.Lo verdaderamente paradójico e=
s que
el sistema de estudios de aquel
país siempre apostó por =
entender
el cine como un negocio a explotar, donde la pretensión
artística, la denuncia s=
ociopolítica
o las complejidadesnarrativas,=
se veían más como un entuerto que como un activo. A lo largo de las siguient=
es páginas estudiaremos la histor=
ia de
esta confrontación entre el conservadurismo industrial y el genio creativo de unos pocos directore=
s. Aquellos que, precisamente, traspasar=
on
las barrerasde su sistema y se hicieron
famosos en todo el mundo, pasando así a la historia del Séptimo Arte.
Palabras
claves:
Arte; censura; creatividad; emulación; industri=
a,
cine japonés.
Abstract:
TheJapane=
sefilmindustrywasoneofthemost powerful in the last century. In
addition, the success, achieved by some of these films in prestigious west festivals, fostered a snobbish image, alm=
ost
of elite cinema, based on their visual
elegance and scenic detail. Whatistruly
paradoxicalis thatthestudiosystemof that country always bet o=
n
understanding cinema as a business to be exploited, where artistic pretense, socio-political denunciation or narrative complexities were seen more asa wrong than as =
an
asset. Throughout the following=
pageswewillstudythehistoryofthis
confrontation between industrial conservatism
and the creative genius of a few direc=
tors.
Those who, precisely, crossed the barriers of their system and became
famous throughout the world, th=
us
passing into the history of the =
SeventhArt.
Keywords:
Art;
censorship; creativity; emulation; industry; Japanese cinema.
Sumario. 1.Obertura. 2. Industria=
. 3.
Arte. 4. Coda
Como citar. Míguez
Santa Cruz, A. (2020). Una reflexión sobre el cine japonés.
Industria vs. Arte. Ñawi: art=
e
diseño comunicación, Vol. 4, Núm. 2, 151-166.<=
/o:p>
Cualquieraseveración queseexpongasobreelcinejaponéssehabríadeponerencuarentena.No puedeserdeotraforma,atendiendoavariosfactoresesenciales,comoladistanciageográficaycultural, o =
la
multitud de particularismos que lo han tamizado desde la misma llegada del
cinematógrafo alas isl=
as,allápor1896.Primeramente,eslícito=
preguntarsesilosprimerosfilmsjaponesessonenefecto cine o bien kabuki1 =
filmado. Mirando al arce <=
/i>(Tsunekichi
Shibata, 1899), por ejemplo, se trata de la grabación en plano
estático de una pieza de aquel conocido teatro popular, y así
ocurría con el 95% delas=
películasduranteestaprimeraetapa(CidLucas,2006).Entonces,adiferenciadecomosucedió en occidente, donde e=
l
cine fue una evolución natural de la fotografía, el
Séptimo Arte se ramificó en el archipiélago más
bien desde las artes escénicas. =
Todo esto
conllevó una mayor gestualización facial que en otras industri=
as
–un rasgo por otra parte aún observable hoy día–
además de traernos escenas su=
i
generis en las que lo presentacional, el minimalismo y el símbolo=
desplazan
al realismo representativo común al cine europeo oamericano.
Otro factor relativizador es la
desaparición de aproximadamente una de cada tres películas
niponas hasta mediados del s. XX, ya sea debido al terremoto de Kanto de 192=
3,
los bombardeos de la II Guerra Mundial, o la quema masiva de celuloides por
parte de la censura americana. Concluir absolutos sin haber tenido acceso a =
esa
ingente cantidad de material es demasiada aventura, aunquenosotrospensamosquelasmuestrassupervivientespermitenexpresar=
unjuicioacercadela complejacuestión=
quesenospresentaenlassiguientesp&aa=
cute;ginas.¿Eselcinejaponésmásart&=
iacute;sticoque comercial?Desdeluego,lapreguntapuedellegararesultarcontraproducente,puesyaseaenestao
cualquierotraindustria.¿Qué persigueelcinesinoacumularelmayornúmerodebeneficiosposibles? Nosotros imaginamos que el
lector comprenderá de igual modo por dónde deseamos encaminar =
la
confrontación y, yendo
más allá, probablemente una rápida respuesta haya
irrumpido en su mente inclusoan=
tesdeleereltexto.Encasodequeestahayasidoelsí,sepaquepiensacomoalrededordel 83%delosaficionadosal cine,talycomosereflejaendiversasencuestasquehemosrealizadoenforos privado=
s de
temática cinematográfica con motivo de este trabajo2.=
En
las próximas páginas vamos a demostrarqueesanocióneserrónea=
,probablementefrutodeunconocimientoparcialnacidoalcalor delosgrandes-yescasos-filmsllegadosaoccidente.
2.Industria
Unjaponé=
sdefinalesdes.XIXpudovivirlaépocafeudaldelossamuráisyalmismotiempoasistir al
“futurista” espectáculo del cinematógrafo. Hablamo=
s
de un pueblo encerrado tras sus fronteras durante más de dos siglos y
medio, enquistado en la tradición y las costumbres milenarias, que de
golpetuvoaccesoatodotipodeocioyavancestecnológicos.Esfácilsuponerlafascinaciónquesupuso
paraaquellaspersonasundivertimientotanrevolucionar=
io,representandounhechoinolvidablepara
el resto de sus vidas. Así, debemos partir de l=
a
premisa de que, al igual que ocurrió en el resto del mundo, el cine n=
o
nació como un arte conformado y sí como un prodigio
técnico, casi circense, del que disfrutar.
Una de las rarezas del primer cine
japonés mudo fue la ausencia de intertítulos y la
participación deunafiguraexclusivadeaquelpaís:elbenshi(Kaneda,2008).Esteagenteseocupabadeirnarrando endirectolasescenasalpúblico,aunqueenocasionesdoblabaalospersonajesmediantetécnicasde
modulación de voz. Su labor consistía también en procur=
ar
la coherencia narrativa de las primeras películasextranjeras,con=
sistentesensimplesescenassinaparentecohesiónalguna.Llegado=
elcaso,
incluso podían servir para explicar cómo funcionaban algunos
aspectos del mundo occidental que eran plenamente desconocidos para los
ingenuos japoneses del momento. Los =
benshis
jugaron un rol esencial en el primer cine japonés, consiguiendo s=
er
mucho más populares que los actores que protagonizaban las
películas. A pesar de ello, supusieron un lastre a la hora de concebi=
r
el recién nacidoformato=
comoalgoartísticoenvezdeunentretenimientodemasas,yaquemediantesulabor evitabancualquiertipodesugestiónoestímul=
ointelectual,llegandoinclus=
oaalterarlosdiscursosde laspelículassiestosllegabanasermoralmentecensurables.
A partir de los años veinte =
se
empieza a extender el sistema de estudios en Japón y se masifican las=
salasdeproyección.Esmuyconocidalaconciliacióndelespaciourbanoconestosnuevostiposde
ocio,originandolugarescomoelDistrito6delbarriodeAsakusaenTokio,másconocidocomoeiga-gai o ciudad del cine (Moreno, 2019). El concepto es muy
cercano a lo que hoy podríamos considerarun parquede atracciones,dandounpasomásalládelconceptodeestudioscaliforniano.Seobservacómo losjaponeses,siem=
presensiblesalarteperopragmáticossobretodaslascosas,rápidamentebuscaron elneg=
ocioylapopularidaddelnuevopasatiempo.
Pese a que tanto el fenómeno=
de
los benshi como la impronta teat=
ral
llegasen vivos hasta finales de los años veinte, la industria pronto
comprendió la necesidad de asemejar el tono de sus propias produccion=
es
al del cada vez más popular Hollywood. La productora Shôchiku f=
ue
pionera en este sentido, encargando al director Minoru Murata (1894-1937) la
valiosa Almas en el camino (1921=
),
homenajealcinedeDavidWarkGriffithquepusoenescenaporprimeravezenJapónunmontajecon varias
líneas argumentales enp=
aralelo.
El terrible terremoto de Kanto en 1=
923
acarreó la desaparición de miles de películas y cientos=
de
estudiosdegrabación, locualsupusoelacicatedefinitivoparaabandonarciertospreceptospasadosde modayabrazardefinitivamenteelestiloamericano,anticipadoporAlmasenelcaminodosañosantes. LalibertaddelperiodoTaisho,juntoalansiadelpúblicopordisfrutardelnuevocinejaponés,disparó elnúmerode<=
span
style=3D'letter-spacing:-.25pt'> películasgrabadasylaafluenciaalassalasdecine(DaCosta,2010).Tansolocincoaños
despuésdeldesastresísmico,Jap&oacu=
te;nproducíaentornoamilpelículasalaño, encontraste,porejemplo,
conlasdoscientasque<=
span
style=3D'letter-spacing:-.55pt'> actualmenteestrenanindust=
riascomolaespañola.Entreellas surgióelgendai- geki, género
contextualizado en el Japón moderno, de tenor preferiblemente positiv=
o,
estructuras sencillas,yconlamisióndehacerolvidaralosespectadoreslas<=
span
style=3D'letter-spacing:-.4pt'> recientesdesgraciasdelpaís.
La cercanía política =
con
Alemania conllevaría la importación de films expresionistas,
tales como elGabinetedelDoctorCaligari(RobertWiene,1920)oElgolem(PaulWegener,1920),entreotros.La nueva influencia diversificó el estilo cinematográfi=
co
nipón, que a la agilidad narrativa o a la rápida sucesió=
;n
de planos incorporó estilizaciones visuales propias de cierta subjeti=
vidad
oscura, quizá en anticipo del funesto periodo ultra-militarista de
Showa. Un ejemplo fue la aparentemente rupturista Unapáginadelocura(TeinosukeKinugasa,1926=
)dondeellóbregosurrealismodeWieneysusencuadres torcidos se entremezclan =
con
técnicas ya vistas en EEUU, como las sobreimpresiones o la
velocísima alternanciad=
eplanos.Elresultadoesuntrabajoinolvidable,perotandeudordeobraspreexistentes queseríacom=
plejodirimirsinoshallamosante arteautóctonoounpastichevisualmenteespectacular =
cuyo
objetivo es triunfar entre el gran público. Como vemos, antes de la
guerra mundial los usos cinematográficosenel“paísdelsolnaciente”,queaojosdeoccidentepodríanconsiderar=
seartísticos o singulares, consi=
stían
realmente en remedos de los productos occidentales más de moda, en un
fenómeno de explotación con afán absolutamentecomercial.
Laindustriajaponesadecinenosepuedeentendersinlosgéneros(Richie,1990).<=
span
style=3D'letter-spacing:-.75pt'> Fueprecisamente
a inicios de los años veinte cuando empezó a tomar forma uno d=
e
los más importantes: el jidai=
-geki
o cine de época. Mientras el gendai-geki
tuvo su principal foco de producción en Tokio, el jidai-geki =
tuvo
su telón de fondo en Kioto, considerada la capital cultural del
país y poseedora de multitudde edificios
históricos que podían complementar al sistema de estudios. El
pionero en alejarse del buqué <=
/span>teatralenestesentidofueShozoMakino(1878-1929)mediantesuCapuchaPúrpura(1923),que bebió tantodelanovelahistóricaocciden=
tal,elwesternsilenteoelcinedecapayespadadeDouglas Fairbanks.Aunquetodavíaalejada delesplendoralcanzadoporeljidai-gekienlaedaddorada,heaquí unafuentedeinspiraciónineludiblepara DaisukeItooelporentoncespreadolescenteAkiraKurosawa (Puigdomenech, 2010). La
productora Nikkatsu pareció encontrar un filón con este
género a juzgar porel masivoincrementodeaglomeraciónenlassalasdecine,peseaquerepitierasinruboralgunos patrones inamovibles como la
presencia del partenaire femenin=
o, la
persecución o búsqueda de la venganzayelenfrentamientofinalcontraelantagonista.
Mientras tanto, la evolución
seguía imparable y Minoru Murata puso en pantalla por primeravez a una actriz sustituyendo a los
tradicionales onnagata, es decir=
, los
actores que interpretaban a las féminas desde tiempos del kabuki hasta los inicios del cine. =
La
obra en cuestión fue La espos=
a de
Seisaku (1924), en la que la protagonista es vilipendiada por sus vecino=
s
por haber sido la amantede un
anciano. Más allá del argumento, lo verdaderamente interesante=
es
que la productora Shochiku decidióincluiractricesconelobjetivodeincrementareltargetdepúblicopotencial,lo cualconsiguió
concreces.Deestemodonacióloquesellamóturbiamenteonnanoeigaocinedemujeres,enelque tambiénempezóa<=
span
style=3D'letter-spacing:-.2pt'> despuntaruntalKenjiMizoguchi (1898-1956),contrabajoscomoLasmujeresson fuertes(1924)o latristementedesaparecidaElamordeunaprofesoradecanto(1926),quesirviera de inspiraciónparalamuyposteriorCuentosdelalunapálida(1953).
<=
o:p>
Casi la totalidad de obras que esta=
mos
repasando hasta ahora distaban un universo de lo queen occidente se entiende hoy
día como canon japonés: no encontrábamos planos largos,
encuadres estáticos ni interpretaciones graves o solemnes. Bajo dicta=
men
de las grandes majors, el cine
debía discurrir por los mismos cauces que en América, Francia =
o
Alemania, pues el fervor modernista -u occidentalista propio de Taisho
relacionó el concepto de extranjero con algo cool. Los directores  =
;
del archipiélago, por tanto, se vieron obligados a luchar cont=
ra
su esencia japonesa, contra su proclividad teatral, creando una enorme canti=
dad
de productos sucedáneos menores. Por si fuera poco, a partir de 1925 =
el
gobierno aumentó la censura y el control sobre el cine, al principio
solo existente en posproducción, para poco después controlar
todos los procesos creativos, al estilo de la spitzenorganisation nazi. Entre los factores a vedar
encontrábamos cualquier detalle que pusiera en cuestión el
sistema vigente, por lo que temas tan esenciales en el arte como la denuncia=
o
la subversión eran absolutamente inconcebibles. Se evitaba a menudo l=
a
visión de la guerra tal y como era, eludiendo la visión de
fallecidos en pantalla, sufrimiento de civiles, imágenes escabrosas,
etc. A partir de la era Showa la
censura se cebaría también con los filmes extranjeros, como
cuando en El ladrón de Bagdad=
(Raoul
Walsh, 1924) se corta el momento en que cuelgan al príncipe mongol po=
r
temoraqueseestablecieranperversasanalo=
gíasconlainstituciónimperial.Unodelospocosgéneros libresde<=
span
style=3D'letter-spacing:-.75pt'> censurafueelkodomonoeiga–ocinedeniños–quesolíapresentardramasinfantil=
esdebidos a abusos paternales, en clar=
a
metáfora de lo que sucedía con la sociedad japonesa y los
militares. De entre las películas más arquetípicas en e=
ste
sentido destaca Un guijarro en el ca=
mino (Tomotaka
Tasaka,1937).
En la segunda mitad de los añ=
;os
treinta, el gobierno se preocupó de coartar aún más la
libertad, altiempoquefomentóuncineeminentementepropagandístico. =
Nopodemostraeracolaciónmejor ejemplo que La =
hija
del samurái (Mansaku Itami, 1937), filmada pocos meses
después del pacto Antikominte=
rnentreJapónyAlemania.Laproduccióncontóconlaparticipacióndeldirectorgermano ArnoldFanck,principa=
lexponentedelgéne=
rodemontaña,tanenbogaenaquelperiodo,yMansaku Itami (1900-1946), cineasta =
menor
que llegó a trabajar en Nikkatsu gracias al éxito relativo de =
su chambara3 titulado El hombre más grande el mundo (1932).
La película consistía en una descarada sucesión de
estampas preciosistas de Japón, entremezcladas con un mensaje casi
hagiográfico que perseguíaenaltecerlanoblezadelosrecentísimosaliadosdelosnazisdecaraalexterior.
El auge del nacionalismo militarista acarreó un repun=
te de
diversos aspectos del folclore japonés profundo,comopuedenserlareligiónshintoistaoladialécticadelbushido.ComosielEstadoquisiera engalanarse con sus se&ntil=
de;as
de identidad más idiosincrásicas, el cine al estilo
hollywoodiense reculó en pro =
de
un formato más típicamente nipón, apostando por lo
presentacional, el ritmo pausado y la desextranjerización.
El ya por entonces afamado Kenji Mizoguchi rodó en medio de esta
vorágine Historia del ú=
;ltimo
crisantemo (1939), una cinta donde el lirismo, la solemnidad y el delica=
do
desplazamientodecámarabuscabanactivar=
elauténticorigormoralyestéticodelpaísdeloskamisy
losbudas.=
Paralahistoriadelceluloidequedaráelhermosí=
;simoplanosecuenciadecincominutosen el que ambos protagonistas se conocen, donde la plasticidad
escénica y la composición visual llegan a cotas nunca vistas
anteriormente. De una forma u otra, ya sea porque el espectador de a pie no
estaba acostumbrado a tanta complejidad, ya sea porque pocos años
después el país daba signos de agotamientoenlaGuerra,elpúblicodejódeacudirenmasaalassalasdecine.
Apartirdeladécadadeloscuarenta,elcinedepropagandanacionalsereorient&o=
acute;directamentehacia lapublic=
idadmilitar,enunsubgénero=
simpleyopacoconocidocomokokusaku-eiga.Mien=
trasestuvo en boga esta corriente el cine=
se
basó en elementos narrativos arcaicos y rectilíneos, presentan=
do
a villanos siempre occidentales, espías por doquier y madres orgullos=
as
por ver cómo sus hijos daban la vida por la patria. Así, el
esteticista Mizoguchi se vio obligado a rodar para Shôchiku una serie =
de
películasenaltecedoras<=
span
style=3D'letter-spacing:-.15pt'> delaéticaguerrera,tales=
comoLos47samuráis(1941)oMiyamotoMusashi (1944),unidealizadobiopicsobreelsamurá=
imásfamosodetodoslostiempos.Inclusoproducciones tan
amables y bienintencionadas como Hab=
ía
un padre (Yasujiro Ozu, 1942), que narraba la cercana lejanía ent=
re
un progenitor y su hijo a lo largo de varias décadas, se vio afectada
por el martilleante discurso delaabnegaciónyelsacrificio,valoresporencimadecualquierinterésindividual.
La cohibición creativa ni mu=
cho
menos finalizaría con la derrota militar de los japoneses en laII Guerra
Mundial. Como bien es sabido, EE.UU. mantuvo en las islas al Comandante Supr=
emo
del Frente Pacífico, Douglas MacArthur, con el fin de domesticar y
reorganizar un país recién sometido. El Gobierno de
ocupación abordaría aspectos que iban desde la creación=
de
un nuevo Código Civil, la abolición temporal del ejérci=
to
o la censura total en ciertos ámbitos de la cultura. Respecto al cine=
,
se proscribieron taxativamente los y=
ûrei-eiga,
o películas de fantasmas, por ser historias donde la venganza
ejercía como principal motor narrativo; la aparición del Monte
Fuji, algo así como la evocación nacional por excelencia en fo=
rma
de hito geográfico; la visión de soldados americanos en pantal=
laoinclusoruinasfrutodeladevastacióndelasbombasatómicas.
Perosienestemomentohubounfactoresencialenlaindustrianiponafuelaproscripcióndelcine
histórico. De hecho, se dio la paradoja de directores que fueron
censurados tanto por los japoneses antesdelfindelaguerracomoporlosamericanosdespuésdeella.AhíestáelcasodeAkiraKurosawa
yLoshombresquecaminansobrelacoladelTigre(1942),prohibidaen primerainstanciaporqueuno de sus personajes criticaba a
Minamoto no Yoritomo4<=
/span>, e igualmente ilícita años más tarde por est=
ar
ambientadaenels.XII.Unodelospocosjidai-gekirodadosdur=
antelaestanciayankeefueCincomujeres entorno=
aUtamaro(KenjiMizoguchi,1946)=
,aunqueestavezsetuvoencuentaelpesoespecíficodesu directorasícomoelhechodequeabordaseel“inocente”vínculoentreunconocidoartistaukiyo-ey diversasprostitutas,dejandoaunladocualquiertipodealusióncomprometida.
Por su parte, el contexto de ocupación fue caldo de
cultivo para la proliferación de directoresyproductoresdetendenciacomunistaoanti-imperial=
ista.Estonosupusoningúnproblema en
origen porque era justamente lo que pretendían =
los
americanos, pero apenas dos años después, el crecimiento de
Rusia, junto al inicio de la Guerra Fría, dieron un giro de ciento
ochenta grados al escenario, llegándose a censurar también est=
e
tipo de cine partidista.
Ante tales circunstancias, la indus=
tria
volvió a mirar hacia occidente, concretamente a Italia, para apostar<=
span
style=3D'letter-spacing:-.8pt'> porunneorrealismocinematográfico =
deudordeVittoriodeSicayEl=
ladróndebicicletas(1948). FueTadashiImai(1912-1991)quienmejorrepresentóestacorriente mediantefilmslimítrofes conel
amateurismo,perocapacesdemostrarlascondicioneshumanasmásautént=
icasdespuésdeconocer el horrordelaguerra.Ejemplo=
sclarosenestesentidosonHastaquenosveamosdenuevo(1950)oUna lengua de fango (1953). El prob=
lema
radicaba en la nula costumbre del público japonés de consumir
ficciones hiperrealistas, máxime en una cultura donde la impronta
escénica aún seguía latente en la memoriacolectiva.
Cuando los estadounidenses abandona=
ron
el país en 1952 la industria japonesa reemprendió la
producción de películas de época y de corte sobrenatura=
l
con ímpetu triplicado. Las productoras Shochiku, Toho y Daiei intentaron apostar, además, por la
adaptación de obras conocidas, ya fueren provenientesdelteatro,lahistoriaolaliteratura,conelobjetivodequelapopularidadarrastrasecada vezmá=
;sgentealasvilipendiadassalasdecine.FueestalahoradelatrilogíaSamuraideHiroshiInagaki (1905-198=
0),
cuya primera entrega ganaría el Oscar a mejor película extranj=
era
en 1955; también la explosión de Akira Kurosawa en el jidai-geki con Los siete samurais (1954) y Trono de sangre (1957), reescritu=
ra
del Macbeth de William Shakespeare; o Los
fantasmas del pantano Kasane (1957) del “maestrodelhorror”NobuoNakagawa(1905-1984),queincorporaba alasnarrativassobreguerreros
medievalesunelementoesenci=
aldelrelatarionipón:el espectro.
A estas dinámicas hemos de s=
umar
el asentamiento de las yakuza-eiga, =
género
de gánsteres tan deudore=
nsuprimeraépocadelnoiramericanocomoelchambaraloeradelwestern.SibienelÁngel borracho(AkiraKuros=
awa,1948)adelantómuchosdelosrasgosesencialesdelcinedemafiosos,serían sin embargoKihachiOkamoto(1924-2005)conCuentosdelosbajosfondos(1959)y,sobretodo,Seijun Suzuki(1923-2017)por=
mediodeLajuventuddelabestia(1963),dosdelosautoresesencialesenesta tipologíadurantelaedaddoradadeloscincuentaycomienzosdesesenta(Rains,2010).
Labonanzaparalasproductorasnodurarí=
ademasiado,puesseavecinabaunadesgraciatannociva
para la pantalla grande como en su momento fueron el terremoto de Kanto o la
Guerra Mundial: la televisión. Este producto de la tecnología
moderna se comercializó a inicios de los años cincuenta, aunqu=
e
sus ventas no llegaron a cotas tangibles hasta mediados de la década
siguiente. Mas, ¿qué ofrecía el cine que no pudiera
degustarse al amparo de la intimidad doméstica? La industria tuvo que
reinventarse a marchas forzadas introduciendo películas de monstruos
conocidas como Kaiju, la
mayoríatanhijasdeGodzillacomodelmiedoalaenergíanuclear.Tambiénfuecomúnlaintroducci&oac=
ute;n
en las salas de programas dobles, en una estrategia que intentaba amortizar =
los
rollos de celuloide acumuladosdu=
rantetantasdécadasa =
unpreciomuycompetitivoparaelpúblico.Otrarespuestaal
recesode=
laindustriaconsistióenrodarmenoscantidaddefilms,peroinvertirmáscapitalenaquellos que se produjeran. As&iacut=
e;
surgió el concepto de super
producción, tan normalizada en la meca del Cine, perotanresidualhastaestemomentodentrodelsistemadeestudiosjaponés.Siguiendolasendadel
dramabíblicoBen-Hur(WilliamWyler,1959),DaieiencargóalespecialistaenchambaraKenjiMisumi (1921-19=
75)laambiciosaBuda(1961),mientrasque dosañosantesTohofusionólatemáticareligiosacon laaventura<=
span
style=3D'letter-spacing:-.8pt'> enLostrestesoros(HiroshiInagaki, 1959),unacoloristaglosadelKojikidondeestrellasdela categoríadeToshiroMifuneoSetsukoHarahacíanactodeaparición.Apesardetodo,elnegociosiguió estando bajo mí=
nimos
y solo las yakuza-eiga como Una historia cruel de pistolas (Tak=
umi
Furukawa, 1964)oElcoltesmipasaporte(TakashiNomura,1967), lemantendríanelpulsoalaTV,asumiendoel roldeldecadentecinedesamuráis,graciasasudinamismo,violenciaysencilleznarrativa.
Pero como el lector podrá
imaginar un solo género no podría soportar los presupuestos
ingentes delasproductoras.Lanuevafórmulaquemuchasdeellasadoptaríanseríala<=
span
style=3D'letter-spacing:-.3pt'> elaboraciónenmasade pornosoftcore,tambiénconocidocomopinku-eiga5,=
elcualfuemezclándoseconotrasficcionesdando comoresultadolosprimeroscasosdecinebizarrejaponésquetantoinspiraríanaQuentinTarantino oTakashiMiike (Heller,2007).Deentreestaseriedemilesdepelículasmenoresrescatare=
moscomo paradigmasGirlBossRevenge:Sukeban(NorifumiSuzuki, 1973),enlaqueunpardemujeresdesnudas inicianunavenganza contralosgánsteres quelasprostituyeron,y100yearsoftorture(KôjiWakamatsu, 1975) una antología de cortometrajes sobre
violaciones a mujeres en distintas épocas históricas. No
obstante, a finales de los setenta la ausencia de espectadores era ya tan
notable que las compañías tuvieron que diversificar sus
actividades, hasta el punto de que Shochiku invirtió en una cadena de
karaokesyDaieienserviciosdebailarinas yequiposdebéisbol.
Al llegar los ochenta el viejo grup=
o de
productoras comenzó a convivir con el cine independiente, justocuandolaeconomíaniponaentróencolapsoporlaburbujainmobili=
aria.Aunasí,algunosdelos grandesdirectoressiguierontrabaj=
ando,sibienconcapitalhollywoodiense.Elcasomásnotableesel deAkiraKurosawaysusKagemusha(1980)yRan(1985),quecomoLaBaladadeNarayamadeSohei Imamura(1926-2006)enelañoochentaytres,obtuvieronmayorreconocimi=
entoenelextranjeroque dentrodel archipiélago,engranmedidadebidoalretornoauncinemás<=
span
style=3D'letter-spacing:-.5pt'> parsimoniosoydetallista. Los ochenta se recordarán, sin
embargo, por la poderosa irrupción del estudio Ghibli y de directores tan brillantescomoHayaoMiyazaki(1941)eIsaoTakahata(1935-2018),enloquesupusoeliniciodeuna
escaladaimparabledelanimehaciaelpicodelaproduccióndeentretenimientojaponés.
A partir de 1990, el país se
recuperó y con ello volvió la afluencia a las salas de cine. C=
omo
si de una cosecha de vino a la espera de ser recogida se tratara, una enorme
cantidad de directores que habíanejercidodeayudantesdurantelainfértildécadaanteriorcomenza=
ronsuandaduraensolitario. Entre ellos destaca por su
influencia posterior el showman =
Takeshi Kitano (1943), propietario de=
una
productorallamadaOfficeKitanoyherederonaturaldeKinjiFukasakuenelgénerodeyakuzasque
5 &=
nbsp;
Literalmente, “cinerosa”.
tanto reactivaría a lo largo de su carrera en l=
as
facetas de director e intérprete. Uno de sus trabajos, El verano de Kikujiro (1999),
contribuyó a la Gran Ola =
de
cine japonés que recorrió las salas de todo el mundo durante
aquella edad dorada, en un mérito compartido con Ringu (Hideo Nakata, 1998), precursoradelneo-kaidanjaponés,yBattleRoyale(KinjiFukasaku, 2000),violentísimaucro=
níatildada porTarantinocomo unadelasmejorespelículasdelahistoria6.
Sibienapartirdels.XXIpodemosencontraralgunosdirectoresconunsentidoclásicoeintimista, alestilodelveteranísimoYôjiYamada(1931)enElocasodelsamurái(2002),oHirokazuKoreeda(1962) enNadiesabe(2004),ladinámicageneraldelcinejaponéssesitúa=
entreeleclecticismodedirectores
irregulares como Takeshi Miike
(1960) y la imparable influencia narrativa y visual del manga. En gran medid=
aporhaberperdidolaidentidad–siesquealgúndíala tuvo–obienporhabercreadounanueva, elsectoraudiovisualgenerahoydíaunasconsiderablescantidadesdedinero.Loquecabríapreguntarse ahora es si consigue mantener el primer lugar en=
el
ranking asiático, sobre t=
odo
cuando Coreaacaba deestamparsunombreconletradefiligranagraciasalaoscarizadaParásitos(BongJoon-h=
o,2019).
3.Arte
Enfuncióndelovistohastaahoraellectorconcluiríaquelosestudiosyproductorasjaponesescasi siempre han mirado a occidente a la hora de planificar sus
inversiones. Cuando nosotros pensamos enalgoartístico,descartamosde entradalosproductossimpleyllanamenteeficientesque consiguen cosecharéxito.E=
lartecinematográficoloimaginamosmásbiencomounaobragenuina,concarácter prop=
io,
hija de su contexto nacional y, sobre
todo, con la difícil capacidad de innovar y subvertir. Porque el arte=
es
la sublimación de una actividad, no la actividad misma. En consecuenc=
ia,
la visión occidentalde<=
span
style=3D'letter-spacing:-.3pt'> Japóncomounviveroartísticoparaelcineesenparteunespejismo,puessonpocaslas
películas,yaúnmenoslosdirectores,quehanconseguidotrascenderhast=
aserhitosdelSéptimoArte. Precisamente,estosfilmselegidossonlosqueensumayoríallegaronaoccidente,engranmedidapor
ser distintos al cine que aquí se consumía. De modo que hasta
cierto punto es esperable la elevada opinión que tenemos de los
cineastas nipones. A continuación, haremos un levísimo repaso =
por
algunosdeestosdirectore=
sque,comoexcepciónalaregla,síhanbrilladoconluzpropia.
deTokio(1953),dondesenosnarraunacruelhistoriaimpensableenelJapóndeunasdécadasantes: un matrimonio de ancianos acude a la capital con moti=
vo
de visitar a su familia, pero las exigencias de un Tokio que lucha por salir de la depresión
económica, unidas a la falta de cariño y sensibilidad, hacen queseanenviadosaunincómodo=
balnearioenvezdehospedarseencasadealgunodesushijos. Cinematográficamente to=
do
funciona a la perfección: un ritmo narrativo pausado, amparado en la
sutilezadelospequeñ=
;osgestosyunossilenciosmuch&=
iacute;simomáspoderososque laspalabras,muestran cómo dos octogenarios=
no
encuentran su lugar en un mundo donde la familia no se entiende como tiempo<=
span
style=3D'letter-spacing:-.2pt'> atrás.Escenascomo elexcepcionaltravellingqueacabamostrandoalosancianosesperando en la intemperie a que su nuera llegue del trabajo, o el
encuadre estático de un ya viudo Shukishi, martilleado por la soledad=
de
un tic tac que suena fuera de ca=
mpo,
nos invitan a pensar en una situacióndevulnerabilidadestructuralenelsenodelafamilia.
Otro de los cineastas destacados fu=
e
Kenji Mizoguchi quien, después de décadas refinando su estilo
cinematográfico, llegó a su cenit a inicios de los años
cincuenta. En aquel momento su obra era=
unamuestraexquisitadecontemplaciónestética,enlamayoríadelasocasionessupeditadaaun mensajemuchomás=
profundo:ladenunciadeldesequilibriosocialentrehombresymujeres(Padilla, 2009).EnesalíneaseintegranfilmscomoLasHermanasGion,(1936),Lacalledelavergüenza, (1956),
y, por encima de las demá=
;s, Vida de Oharu, mujer galante (1952)=
,
todo un caudal artístico de sesgo antinacionalista,decariztristeycasitendenteaundescorazonadorfatalismoconnatural.
En base a la técnica del
cineasta, podríamos decir que Mizoguchi es el más japoné=
;s
de todos los directoresjaponeses,algoapreciableenquizásumejorcinta:UgetsuoCuentosdelalunapálida(1953). En ella, el ceramista Gen=
juro
acude a la ciudad buscando vender su género en medio de un conflicto
entre samuráis, dejando solos a su mujer e hijo. Al llegar a la capit=
al,
una refinada dama llamada Wakasa le encarga un enorme lote, pero cuando lo t=
ransporta
hasta su mansión decide quedarse allí, embriagado por las
lisonjas y encantos de la atractiva mujer. El problema sobreviene cuando el
protagonista se percata de la naturaleza fantasmal de Wakasa, motivando su
vuelta al hogar donde halla muerta a su esposa. El director tokiota fue de l=
os
primeros cineastas en sublimar el uso de la toma larga después del
mutismo cinematográfico, en una industria donde precisamente se valor=
aba
todo lo contrario. De hecho, en Uget=
su suele
aplicarse la máxima de una escena, un corte, a veces incluso
subrayándolas mediante fundidos en negro que servirían como
puntos y aparte dentro de la narrati=
vización
visual. Igualmente, podemos disfrutar de varios desarrollos del llamado =
por
Santos Zunzunegui plano-pergamino (Zunzunegui, 1999) hacia el último
tercio del metraje. Uno de los más destacadosacaececuando Genjuroretornaporfinasucasa,siendoacompañadodeuntravellingde seguimientolatera=
lqueseelevahastadejarverlaprofundidaddecampoconlacasaalfondo.También esinolvid=
ableaquelqueclausuraelfilm,conelpequeñohijodelaparejaprotagonistacorriendohacia latumbadeMiyagi,yquedibujaesaelegante“L”imaginariaizándose=
másalládelacolinapararevelar la labor de=
unosgranjeros.
A ese deslizamiento exquisito de la
cámara, Akira Kurosawa (1910-1998) incorporará varios destello=
s
técnicos del mejor cine americano. En contraste con el canon
japonés, podemos citar la abundante aparición de imágen=
es
panorámicas y un mayor número de cortes en las escenas, fruto =
deusarvariascámarasdesdedistintos<=
span
style=3D'letter-spacing:-.25pt'> ángulosalavez.Perosilaspelículasdeldirector deRashomon (1950)sedistinguen poralgo,esporlamovilidadconstantedelosdiversoselementosescénico=
sque aparecenenpantalla, yaseanpersonajessecundarios,fac=
toresclimáticoseinclusoelencuadremismo, quepodríabas=
culardeunprimerplanohastaunplanogeneralpasandoporunescorzodepormedio. El talento sin límites =
del
Maestro de Shinagawa fluyó a través de una enorme diversidad d=
e
géneros, consiguiendo llegar a cotas casi insuperables en algunos de
ellos, como el drama con Ikiru (=
1952),
el noir con El infierno del odio (1963) o las películas de épo=
ca
con Los siete samuráis (1=
954)
o Trono
de Sangre(1957), entreotras.LoparadójicodeKurosawaesque,apesardesuinmejorableconsideración en occidente, nunca fue un cineasta de
éxito en su país salvo en momentos puntuales. De hecho, tras e=
l
desastre que supuso para Toho la
producción de Dodeskaden =
(1970),
Kurosawa fue relegado al ostracismo por la industria nipona, hecho que casi =
lo
llevaría el suicidio. Cinco años después los
soviéticos rescatarían del olvido a nuestro director para roda=
r
la hermosa y oscarizada Dersu Uzala =
(1975),mientrasqueunesfuerzoconjunt=
odeSpielberg,Lucas,Scorsese,CoppolayScottposibilitarían losrodajesdelaépicaimpr=
esionistadeKagemusha(1980)ylaexplosióndemilcoloresquesupusoRan (1985).Demodoque,siporlosjaponeseshubierasido,noshubiéramosperdidoalgunasdelasmejores
películas japonesas de lahistoria.
Situviésemosquecitarunelementorealmenteintrínseco alartejaponés,fueradelasgeishasylos
samurais, ese sería el mundo de lo invisible, de la semi-religi&oacut=
e;n
o de lo fantasmal. El cine no iba a ser unaexcepción,ymuestradeellosonlasobrasdelmismoKurosawa,TronodeSangreySueños(1990), entre otras tantas que h=
a
habido. De ese caudal de cineastas especializados en el horror
sobresalió por su talento Nobuo Nakagawa, responsable de llevar a la
gran pantalla en 1959 una de las piezas kabuki
más famosas del repertorio nipón, Tokaido Yotsuya Kaidan.=
El
relato se centra en el drama de Oiwa, quien fuera asesinada por su marido, e=
l
samurái Tamiya Iemon, de=
seoso
de contraer otra vez matrimonio con la hija de una familia rica. Durante la
narración, el espectro de su antigua esposa atormentará a Iemo=
n
en un ciclo de escenas espeluznantes, potenciadas mediante una atmósf=
era
potenteymalsana,queseadelantavariasdécadasenvisceralidadalasdinámicasdelterroruniversal.
Después de los monumentos al
antibelicismo y anti-bushido que
Masaki Kobayashi (1916-1996) construyó con La condición humana (1959) y Harakiri (1962), el cineasta rodaría Kwaidan (1964), probablementeelfilmdetemáticasobrenaturalm&=
aacute;sesteticistadelahistoriadelcine.Enélsellevan
alagranpantallaunconjuntoderelatosdeLafcadioHearnenlosquelavocaciónescénica,estilizada mediante =
span>atrezzosimpresionistas,evoc=
anlasolemnidadprimigeniadelfantasmalnoh.
Al contrario de lo que sucedi&oacut=
e; en
Francia, la nūberu bāgu =
i>–o
Nouvelle Vague nipona– no
agrupa a los cineastas en torno a una teoría del cine, sino que los
define a través de una visión crítica hacia losconvencionalismosestilísticos anteriores.Así,losautoresdelanuevaolajaponesahuyendelos
personajes arquetípicos propios del cine de
samuráis, militares o mafiosos, para priorizar la crítica a los problemas sociales del pa&iacut=
e;s
construyendo nuevas mitologías cinematográficas. Dos de entre =
los
másdestacadosdesusmiembrosfueronHiroshi=
Teshigahara(1921-2001)y=
NagisaOshima(1932-2013). El primerodeellostrabajóensusinicioseldocumentaly,quizáporconocercontantaprofundidadla realidadsocia=
l,sepermitiójuzgarlaatravésdenarrativassurrealistas.Todoellosepuedeaplicarasu Mujerdelaarena(1964),enlaqueunentomólogoenbuscadeinsectosdebeconviviralafuerzacon una extraña mujer después de caer en un agujero.
Aquí la realización visual, absolutamente carnal, capazdehacernossentirlahumedaddelsudor,secombinaconlaatmósferadeunsueñoenelquela
paráboladesvelaelansiadeloshombresporcaerpresos.
El director del Imperio de los sentidos (1976),
Nagisa Oshima, rodaría a principios de los ochenta MerryChristmasMr.Lawrence(1982)undramadesarrolladoenuncampodeconcentraciónjaponés conlaJavadelaIIGuerraMundialcomotelóndefondo.Elcomandantedelcampo,Yonoi,interpretado por el músico Ryuchi Sakamoto, aplica entre sus
hombres valores como el orden, el honor y la disciplina,perosudiligenciaescondeunahomosexualidadreprimidaque,dedesvelarse,lereportaría
la ignominia absoluta. Los acontecimientos se desbordan cuando Yonoi se enam=
ora
de Celliers – oficial británico cautivo en la piel de David
Bowie–, hecho que provoca tensiones entre guardianesy prisioneros. Más all&aacut=
e; de
la evidente crítica a la nueva moral sexual nipona, para la historia =
del
cine quedaráelmomentoenqueCelliersinterru=
mpelosinminentesfusilamientosparabesaralafuerzaa Yonoi,conlaextraordinariatexturamusicalparapianoeléctricocompuest=
aporelmismoSakamoto.
La ansiedad del hombre moderno por
conquistar un entorno tecnificado sería hiperbolizada por ShinyaTsukamoto(1960)enTetsuo,elhombredehierro(1988).Eldirector,sindudaunodelostótems
delcinejaponésa=
ctual,persiguemostrarmedianteunanarraciónsurrealistalapaulatinasuplantación delonaturalporloartificial;enotraspalabras,elfilmbuscapresentarlarealidadparaleladelhombre
contemporáneo, aquella fundada en torno a cualquier necesidad
presuntamente solucionada por el avance=
tecnológico.Paraelloutilizalakafkianahistoriadeunsalaryman,TomoroTaguchi,quientras atropellar a =
un
extraño individuo ve cómo su cuerpo se va transformando en un
amasijo de metal y carne. La metáfora, semejante en cierto modo a la
mostrada por Cronenberg dos años antes en La mosca (1986), advierte sobre los riesgos que implica la
tecnología innecesaria o mal aplicada. En un principio, Taguchi se
siente desorientado ante su nueva situación, pero acaba no solo
asimilándola, sinoembri=
agadoporlaposibilidaddeserconsumidoporella.
El mismo año Shohei Imamura
(1926-2006), autor de obras tan destacadas como La balada de Narayama<=
/i>(1983),tambiénsobresaldría =
span>conLalluvianegra(1989),adaptación delanovelahomónima deMasujiIbuse.Lapelícula,especialmentesobrecogedorapo=
rlacrudezadesusescenas,secentraen lahistoriadeYasuko,unajovenquesevesorprendidaporunalluviaradiactivadespués=
delbombardeo
a Hiroshima. La verdadera crueldad de su situación se sintomatiza con=
el
rechazo que la presunta enfermadespiertaentrelaspersonasdesuentorno,familia=
ypretendientesincluidos.Apesardecaer
enelpruritodelacrudezavisual,Imamurarozalasublimaciónfílmicacon=
algunasescenas,sobre
todoaquel=
laenlaquelaprotagonistaseacariciaelcabelloyobservacómosedesprendeamechones,
quedándosele entre lasm=
anos.
Tal<=
/span>vezunodelosúltimosresquiciosdeautenticidadenelcinenipónseaHirokazuKoreeda(1962). Suópera<=
span
style=3D'letter-spacing:-.6pt'> primaMaborosi(1995)narralatristehistoriadeYumiko,unamujerquedesdejovenconvivió
con la muerte. Transcurrido un tiempo después del suicidio de su mari=
do,
contrae nuevamente matrimonioy=
semudaaunpueblorústicodelMardeJapón.Allí,en=
treelsusurrodelasolasdelmary
elolorasalmuera,sufreensilencioporlaposibilidadde perderasunuevafamilia, puespiensaqueella
eslaculpablede lamuertedelaspersonasqueama.Enloqueseríaunanticipodesuexitosacarrera posterior,Koree=
dasitúasufocosobreladesintegración<=
span
style=3D'letter-spacing:-.15pt'> familiarysusparadojas,recre=
andounaobra
de intensidad visual primordial, donde los silencios y la oscuridad de los
corazones se convierten en poesía.
Otro de los innegables padres de la=
Japan Wave de fines de milenio fue =
Takeshi Kitano. Desde los ochentaelcineastayactorrenovólospostulados delasyakuza-eiga,atravésdecintascomoViolent Cop (1989), Sonatine (1993) o Kids R=
eturn
(1996), pero sería en 1997 cuando convertiría un
género principalmente de acción en un tratado de trova
fílmica a través de Ha=
na-bi:
flores de fuego. Aquí se
narra la historia de un policía corrupto que pierde a su hija de cuat=
ro
años, sufre la leucemia de su esposa y ve cómo su mejor amigo
queda paralítico después de recibir un disparo. Recuperando el
típicoregodeonipónproclivealfatalismoexistencialquetanbiendescribieraJunichiroTaniz=
akiensu
Elogiodelasombra7,=
Kitanocreaunanarrativadesfragmentadaenlaquetodocobrasentidoduranteel aciagodesenlace.Enél, lacámarasedesplazapartiendodelosdosprotagonistasparaascenderhasta elhorizontemarítimo=
,momentoenqueseescuchaelsonidodedosdisparosfueradecampo.Mención
apartemerecelacomposici&oa=
cute;nmusicaldelMaestroJoeHisaishi,quienpotencialaemociónylapureza irradiadasporunasimágenesyadeporsícolmadasdelirismoysinceridad.
Rozandoelfindelmilenio,elsemidesconocidodirectorHideoNakata(1961)reescribióparalagran pantalla uno de los bestseller de terror más ven=
didos
de la historia de Japón: Ring=
u (1990).
A partir de ese entonces, la joven Sadako irrumpió, espasmódic=
a,
desde las televisiones de todo el mundo liderando un ejército de reme=
dos
y desencadenando una ola de terror japonés sin precedentes.Uno deloslogrosvisualesmásreseña=
blesdeNakatafueextraeraltípicoyūrei8<=
/i>deloscontextoscl&aac=
ute;sicose injertarlo literalmente en medio de=
la
modernidad urbana, combinando así dos conceptos como son los fantasma=
s y
la tecnofobia (Míguez, 2019). Y es que si la tecnología recorr=
e
como venas invisibles lasentra&=
ntilde;asdelasciudadesactuales,noseríaextrañot=
ropezar,dentrodelneo-kaidan,conespectros
=
7&nbs=
p; &n=
bsp;
Tanizaki puede ser considerado una de las piezas cla=
ve
de la literatura japonesa contemporánea. Si bien la mayorpartedesuproducciónfueronnovelas,hapasadoalahistoriaporescribirunodelostratadosmáselocuentes sobre=
estéticajaponesa:Elelogiodelasombra.EnélseargumentacómoenJapón,<=
span
style=3D'letter-spacing:-.25pt'> adiferenciadeenOccidente,la oscuridady lamuertetambiénformanparte esencialdelabelleza.
=
8&nbs=
p; &n=
bsp;
Literalmente, <=
/span>fantasma.Probablementenoexistapaísenelmundodondelafiguradelespectroalcanceuna mayor relevancia cultural y presenciaartística.
en ascensores que reemplazan a las antiguas encrucijad=
as,
también en informatizados cuartos de bañoenlugardeenpantanos
y,porsupuesto,enaparatoselectrónicosactua=
ndocomotrasuntosde los antiguos cementerios. Pero la
interacción del fantasma con el medio técnico o
informático no es simplemente <=
/span>deunacuestióncoyuntural,propiadelanuevaépoca,sinoquemásbienrespondeauna necesidad crítica de advert=
ir
sobre los peligros potenciales de extralimitarse en el uso de las nuevas
tecnologías. El recurso narrativo funciona a la perfección, pu=
es
posee la virtud de convertir objetos cotidianos con los que estamos
familiarizados en iconos del horror, algo parecido a lo que consiguió
Spielbergconlaplaya,espaciodeociodesvirtuadoenTiburón(Jaws,1975)otiempoantesHitchcock con uno d=
e los
pocos distritos de relax que aún quedan para el hombre moderno: la
bañera. De esta forma, el sentido tecnofóbico
visto en Ringu y el neo-kaidan respondería a las
mismas motivaciones queorigina=
ronaGodzillaotodoelcaudaldeficcióncyberpunkenelmangayelcine.
Ya =
desde comienzos del siglo XXI el cine de animación
japonés era reconocido en todo el mundo gracias al éxito de El viaje de Chihiro (2001). Su dire=
ctor,
el Maestro Miyazaki, abordó el periplo fantástico de Chihiro O=
gino,
una niña de diez años que se ve obligada a mudarse junto a sus
padres a otra ciudad. Durante el tedioso trayecto, la familia se
extravía en el interior de un misterioso bosque, para acabar traspasa=
ndo
un túnel que los conducirá al mundo de los espíritus. U=
na
vez allí, los padres de la protagonista se convertirán en cerd=
os
tras consumir los exvotos de las deidades que habitabanaquelplano,porloquesuhijadeberáhallarunasoluciónatamañoproblema.Tras eléxito internacional obtenido p=
or la
cinta de Ghibli surgieron multitud de posibles interpretaciones de su histor=
ia,enpartedebidoalapresenciade grancantidaddecódigosdelfolcloreorientalincompresibles aojos deOccidente(Montero,2012).Dehecho,hanexistidovocesautorizadasquesehanapresurado
a establecer correlaciones entre esta historia y la Alicia de Lewis Carrol, relato con el que, a pesar de lasaparienciasformales,guard=
amuchasmásdiferencias quepuntosencomún,yesquelaliteratura delbritánicodiscurríaembebidaenuntonomuydistinto,máscerc=
anoalsarcasmoolaironía,cuando no se apoyaba deliberadamente en la narrativa de lo
absurdo. Au contraire, Miyazaki =
no
hace más que transportarnos a un mundo fantástico que hunde su=
s
raíces en el sustrato fundamental del folk japonés, al tiempo que usa el enorme ejército
invisible de su mitología con el fin de proyectar una advertencia loc=
uaz
y sincera: los japoneses, embriagados por la globalización, persevera=
n
en vicios perjudicialestanto parasímismos(moraldispersa)comoparaelentornoquelosrodea.
4.Coda
Como sucede en casi todos los
países, la industria cinematográfica japonesa ha sido un campo=
de batalla en el que los verdaderos
artistas lidiaron con problemas culturales, políticos o de mercado.
Dichodeotromodo,elcineastadeaquelpaís,sitrascendi&oacu=
te;dealgúnmodoelsimpleéxitoproductivo, hubodeprevalecersobrelatendenciaaemularelcineextranjero;tambiénir=
contraladinámicadeun
puebloquebuscabaentreten=
erseporencimadelosgrandesesfuerzosintelectuales;<=
span
style=3D'letter-spacing:-.35pt'> y,porsupuesto,
sevioobligadoasortearlapropagandamilitaristaylacensura,yafuesejaponesaodeEstadosUnidos,
asícomoasuperarlairrupcióndelaTVolasnumerosasrecesioneseconómicas.
El conjunto de factores anteriores
supuso una agrietada barrera por la que se filtró un cine más
auténtico y respetuoso con el arte tradicional japonés,
más poético y crítico en definitiva, surgido al calordealgunospocosdirectoresinmortales.Apartedesureconocidacapacidad,lamayorí=
;adeestos
genios tuvieron en común la consecución de grandes premios
internacionales, lo cual dio pábulo a que pudieran conservar cierta
autonomía creativa al menos durante dos o tres producciones má=
s.
Se observa aquí cómo la consideración internacional hac=
ia
una película japonesa ha influido en la recepción de esa misma
película en su país de origen, al estilo de una sugestió=
;n
que invitaba a ver conotros ojostodacintabendecidaporOscars,Leonesdeoro,etc.Esparadigmático deestasituación AkiraKurosawa,porconsenso elmejordirectorjaponésdelahistoria,peroalalburdelosresultados obtenidos =
span>entaquillayacuandosustriunfosinternacionalesseestancaronenelblancoynegro.
Actualmente,laindustrianiponahacambiadomuchísimoalabrazarlaestéticaynarrativamanga.
Aunque no necesariamente como consecuencia de lo anterior, se han ido
diluyendo los escasos residuos poéticos, de corte austero y minimalis=
ta,
que todavía hundían sus raíces en la tradición
culturaldeJapón.Y cuandoseexplotaciertotipodecomponenteartísticosehaceintentandosubrayar las emociones mediante música orquestal y
excesos dramáticos, recursos útiles en una época donde =
la
inmediatez de las redes sociales y los filtros de Instagram o tik tok =
moldean
la sensibilidad de los nuevosc=
onsumidores.Heaquídonderadicaladiferenciafundamentalentre“hace=
rnegocio”y“crear
Arte”:enelprimerodeloscasos,laobraresultanteseadaptaalpúblico,mientrasque,enelsegundo,
precisamente ocurre todo locon=
trario.
Referencias
Bibliográficas
Cid Lucas, F. (2006). La esplendida flor de mil colores. El teatro Kabuki.
Cáceres, España: Museo de Cáceres.