Monográfico: La otra posmemoria. Creaciones visuales por la verdad, la justicia y la reparación, desde la perspectiva de descendientes de perpetradores

 

Coordinadores: Luis Olano Ereña y Violeta Alarcón Zayas

 

La memoria de los pueblos que sufrieron violencia estatal masiva está secuestrada, y se recupera costosamente mediante fragmentos de relatos inconexos y recuerdos confusos, navegando a ciegas entre testigxs amnésicxs y transterradxs, amenazas mudas, fantasmas de desaparecidxs y documentos huérfanos. Habitamos un presente esquizofrénico en el que se ha banalizado y distorsionado el término “nazi”, donde apologetas y responsables de genocidios y torturas masivas recurren al lenguaje de los derechos humanos para victimizarse. Asistimos atónitas al regreso de grupos políticos partidarios de regímenes dictatoriales. Genocidas impunes en sus países de origen son juzgados, con escaso éxito y mucho sufrimiento por parte de víctimas y sus familias, en países extranjeros en nombre de la justicia transicional, mientras que otros que ya fueron condenados, buscan con cada vez mayor rédito, una exoneración de su pena. Miles de desaparecidxs siguen sepultadxs en fosas comunes mientras los perpetradores siguen sin rendir cuentas ante nadie permitiendo que sus herederos se beneficien de los frutos del expolio y la violencia extrema causadas por los que otrora fueron autoridades civiles y militares, funcionarios y soldados, de estados que hoy se denominan democráticos. Estados que habitan poblaciones desmemoriadas, enmudecidas y cegadas, primero por la represión y el miedo, y progresivamente por la simple inercia del paso del tiempo, que todo lo borra y desdibuja.

En este contexto infame, que evoca los años que sucedieron a la gran crisis del capitalismo y el ascenso de los fascismos en los años 20-30 del siglo pasado, aparecen pequeños movimientos sociales de elevado significado político y ético que se suman a los testimonios de las víctimas y sus familiares. Esto es, a la tarea de enfrentarse a la desmemoria y a la impunidad, cultivada por las asociaciones de víctimas y defensores de los derechos humanos, se suman individualidades y agrupaciones de descendientes de perpetradores de violencias masivas que se identifican con el dolor de las víctimas y con su lucha por la verdad, la justicia y la reparación. La sociología, la crítica cultural o los estudios de memoria y posmemoria han abordado extensamente la producción cultural de los descendientes de víctimas de crímenes de lesa humanidad. Otra perspectiva en auge en este campo es la que pone en el foco al perpetrador. Hay ejemplos cinematográficos recientes en contextos tan diversos como Argentina, Chile, EEUU, España, Israel, Irán, Indonesia, Camboya, Sudáfrica o Ruanda. En Chile, el cortometraje de animación Bestia, de Hugo Covarrubias, fue nominado a un Premio Óscar en 2022, y ya en 2023, 50 aniversario del Golpe de Estado, Pablo Larrain estrena El Conde, sátira grotesca protagonizada por un Pinochet vampiro de 250 años; en EEUU el cineasta Paul Schrader cerraba en 2022 con El maestro jardinero su trilogía de retratos de hombres que en el pasado perpetraron crímenes atroces; el mismo año, el austriaco Ulrich Seidl, mostraba en su díptico formado por Rimini y Sparta, la infame herencia del nazismo. Las imágenes de los crímenes producidas por los propios perpetradores han generado también reflexiones impresas como los trabajos de Vicente Sánchez-Biosca La muerte en los ojos. Qué perpetran las imágenes del perpetrador (2021), o The Abu Ghraib Effect (2007) de Stephen Einsenman. Sin embargo, todavía son escasos los análisis en torno a las creaciones visuales de descendientes de perpetradores u obras protagonizadas por portadores de esas incómodas herencias familiares, como las películas documentales El hijo del cazador (2018), Apuntes para una herencia (2019) o Urraca, cazador de rojos (2022). Resulta especialmente relevante el surgimiento en 2017 en Argentina de Historias desobedientes, un colectivo de familiares directos de torturadores y genocidas que, al descubrir sus crímenes, cortan relaciones con sus parientes, mediante el repudio y la denuncia. Entre ellas podemos señalar las obras de Vanina Falco y Nicolás Ruarte, que se enfrentan al silencio, al miedo y la culpa desde el teatro. En los mismos años, en Chile, participan de un proceso similar Andrés Lübbert y Lissette Orozco, que dirigen sendos documentales sobre sus familiares victimarios. Otros casos de gran relevancia ética, social e histórica, que todavía no han sido ampliamente tratados en la literatura académica, son los encuentros restaurativos entre víctimas y victimarios en los posconflictos vasco o colombiano.

El proceso de Historias desobedientes nos plantea diversas cuestiones: ¿Podemos considerarlo un atisbo de nuevas esperanzas para la recuperación de la memoria en el contexto de pueblos castigados por el terrorismo de Estado? ¿Es un movimiento capaz de influir de forma contundente en frenar los procesos de desmemoria que posibilitan y perpetúan el poder político, económico y simbólico de los regímenes autoritarios? ¿Podría considerarse un proceso similar al que se produjo en la Alemania de la culpa colectiva por el Holocausto? ¿En qué sentido podrían relacionarse? ¿Sería deseable y, en tal caso, posible, un proceso similar en España y en otros países de Latinoamérica donde las comisiones de la verdad y la justicia transicional son aún asignaturas pendientes? ¿En qué medida estos testimonios y agencias de segunda y tercera generación repercuten en la restitución de las relaciones mutiladas con nuestro pasado, en la comprensión del presente y en la construcción de un futuro más justo? A partir de estas preguntas, proponemos abrir un espacio para profundizar en los estudios de la “posmemoria” o memoria intergeneracional atravesada por el trauma y mediada por las imágenes (Hirsh) y del concepto de “sujetos implicados”, que apela a la responsabilidad ética de los herederos de perpetradores y trata de ampliar el campo más allá del trinomio víctimas-victimarios-testigos (Rothberg). 

En este monográfico animamos a la reflexión y autorreflexión sobre los significados y potencialidades de la creación de obras visuales (pintura, dibujo, grabado, arquitectura, escultura, danza, teatro, cine, fotografía, videoarte, instalaciones, performances, land art, arte urbano, graffiti, artes digitales, etc.), creaciones de ficción y ensayo que revisen de forma crítica las dictaduras y los Estados represores en Latinoamérica y en España. En este sentido, aceptamos tanto el análisis de obras ajenas, o exposiciones y proyectos artísticos, producidos o protagonizados por sujetos implicados, como de obras propias. Es decir, se aceptan trabajos sobre obras creadas o dirigidas por herederxs, en grado de filiación familiar directa o afiliación indirecta (ideológica, laboral, etc.), y también trabajos sobre obras dirigidas por sujetos no implicados, que retratan a herederxs del victimario que reprueban, denuncian y se avergüenzan de los crímenes cometidos por sus parientes, rechazando así su legado e identificándose con la memoria y el sufrimiento de las víctimas.

 

Descriptores:

Se recibirán artículos en español, portugués e inglés. Los textos admitidos tendrán un formato de artículo científico, respetando las normas de estilo de la revista Ñawi. El texto puede girar en torno a los siguientes ejes:

  • Memorias mediadas por testimonios orales, objetos personales, fotografías, archivos familiares y dispositivos artísticos o artefactos culturales.
  • Memorias filiativas y afiliativas.
  • Distorsiones de la memoria, desmemorias, amnesias, silencios, secretos, memorias traumáticas, culpabilidades, extrañamiento.
  • Obras visuales (cinematográficas, audiovisuales, fotográficas, teatrales, plásticas, performativas, etc.) producidas y/o protagonizadas por sujetos implicados.
  • Mirada de autor/a: autorreferencialidad y autorreflexión en las creaciones artísticas de descendientes de perpetradores.
  • Sujetos implicados. Extender el marco de la perpetración de violaciones de los derechos humanos para alejarse de la dicotomía víctima/victimario: heredero/as, observadores, cómplices, beneficiarios…
  • Hitos del presente en la posmemoria y su repercusión.
  • Militancia y proceso creativo en la recuperación de la memoria, verdad y justicia desde la perspectiva de parientes de genocidas y colaboradores.

  

Referencias bibliográficas:

Basile, T. (2020). Padres perpetradores. Perspectivas desde los hijos e hijas de represores en Argentina. Kamchatka. Revista de Análisis Cultural, 15, 127-157.

Bartalini, C. [et al.] (2018). Escritos desobedientes. Historias de hijas, hijos y familiares de genocidas por la memoria, la verdad y la justicia. Buenos Aires: Marea.

Earll, A. [et al.] eds. (2008) Cultural Memory Studies An International and Interdisciplinary Handbook. Berlín - New York: Walter De Gruyter

Faber, S. (2014). Actos afiliativos y posmemoria: asuntos pendientes. Pasavento. Revista de Estudios Hispánicos, 2 (1), 137-156.

Hirsch, M. (2012). The Generation of postmemory: Writing and visual culture after the Holocaust. New York: Columbia University Press.

Lazzara, M. J. (2020). Familiares de colaboradores y perpetradores en el documental chileno: posmemoria y sujeto implicado. Atenea (Concepción), 521, 231-248.

Maguire, G. (2017). The Politics of Postmemory. Violence and Victimhood in Contemporary Argentine Culture. Cambridge: Palgrave Macmillan Memory Studies

Morag, R. (2018). On the Definition of the Perpetrator: From the Twentieth to the Twenty-First Century. Journal of Perpetrator Research, 2 (1), pp.13–19.

Moral, J. [et al.] (2020) Facing the perpetrator's legacy: post-perpetrator generation documentary films. Continuum 34 (2), pp. 255-270.

Rothberg, M. (2019). The Implicated Subject: Beyond Victims and Perpetrators. Stanford: Stanford University Press.

 

Fechas:

  • Convocatoria del Call For Papers: 15 de mayo  de 2024
  • Cierre del Call For Papers: 15 de septiembre de 2024
  • .Artículo seleccionado para su publicación: 15 de noviembre de 2024
  • Artículo publicado: 15 de enero de 2024